martes, 24 de febrero de 2015

Tenorio y Montemar (III)

El Desenlace de “Don Juan Tenorio”

El Don Juan Tenorio de Zorrilla se puede considerar como una obra que mezcla lo fantástico y lo religioso, algo que el propio autor reconoce como cierto. Lo que esto implica no es simplemente el uso de elementos pertenecientes a ambos mundos o su mezcla sino el hecho de que ambos aspectos se vean apoyados el uno en el otro. Se complementan y se explican y justifican entre sí. 

Al contrario de lo que ocurría con “El Estudiante de Salamanca” de Espronceda, aquí el pecado si causa un arrepentimiento en busca del perdón. Es decir, Zorrilla si sigue las ideas básicas de la doctrina católica. Para aquello que resulta difícil de entender o explicar en la obra es para lo que se hace uso de los elementos fantásticos.

La conversión de Don Juan al finalizar la obra en el momento previo a su muerte esta plagado de ambigüedad. ¿Cuándo se produce la muerte? Se desconoce. ¿Es en el duelo con el capitán Centellas como él mismo parece confesar? ¿No sigue tras el duelo vivo como parece sugerir la obra? Es por tanto una ambigüedad buscada, quizás, por razones religiosas. Y es aquí donde los elementos fantásticos toman fuerza. 


Aunque el duelo aporta ese dramatismo propicio del Romanticismo a la muerte de Don Juan y crea una vía para explicarla, un duelo no es el contexto para el arrepentimiento de esa vida que ha llevado, por lo que debemos pensar que sobrevive a este duelo para así poder arrepentirse de sus pecados y lograr la salvación. No es católico que el arrepentimiento venga después de muerto y así es como se entiende la confusión creada por el autor. Estamos, pues, ante una situación que nos brinda la posibilidad de llevar a cabo todo tipo de interpretaciones sin que por ello debamos ir contra los principios de la Iglesia.



El verdadero amor de Doña Inés es que lo que salva a Don Juan. Ese amor le abrirá a Don Juan un camino por el que pueda redimirse de todos sus pecados. El ver como la justicia divina cede ante el hombre nos muestra como va cambiando la sociedad del Romanticismo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario